La Audiencia Provincial de Santander condena a la entidad presidida por Ana Botín al cese en el uso y eliminación de los Valores Santander al declarar nula las condiciones de contratación. El Santander tiene que informar a todos los clientes de la inaplicación de las cláusulas afectadas.
ADICAE interpuso esta demanda frente al Banco Santander por la comercialización irregular de convertibles –denominados Valores Santander– por valor de 7.000 millones de euros, en la mayor emisión de este tipo de producto de la historia de España, y que afectó a cerca de 130.000 inversores. La campaña fue tan agresiva que lo colocó en un tiempo récord: 13 días.
ADICAE siempre aseguró que los valores convertibles del Santander cumplían con las condiciones para considerarse como un producto tóxico, de alto riesgo y complejidad, advertido por la misma CNMV en 2008. Se trata de producto de renta variable, difícil de comprender por los inversores no cualificados a los que se les vendió.
Ahora la justicia da la razón a la asociación al considerar nula la cláusula «según la cual el consumidor manifiesta que conoce y entiende las características de los valores Santander que suscribe, sus complejidades y riesgos». La información precontractual sobre las características y condiciones fue insuficiente, confusa y equívoca.
La sentencia condena a la entidad a informar de manera individualizada a cada cliente afectado advirtiendo de la inaplicación de las cláusulas afectadas.
El juzgado también da la razón a ADICAE en cuanto que existía un claro conflicto de intereses entre la entidad y sus clientes, resultado de colocar emisiones propias con campañas activas para captar recursos propios sin importarle el interés del cliente.