Existen también desventajas en forma de carga burocrática, puesto que estas cuentas implican la actualización de la acreditación periódica de la vulnerabilidad o el riesgo de exclusión social al usuario. Además, la resulta de los topes máximos en comisiones fluctuarán, pues lo marcará anualmente el Banco de España.
ADICAE exige poner orden a los abusos en materia de comisiones bancarias. El usuario tiene que estar muy atento a las posibles comisiones de la banca, que con total arbitrariedad las utiliza para hacer cuadrar sus balances.
ADICAE lamenta que en España las cuentas de pago básicas no serán universalmente gratuitas, pese a que desde Europa se incentivaba en la directiva precisamente lo contrario. La asociación considera que se trata de una normativa con un defecto de fondo, que sigue amparando los intereses y el lucro de la banca a costa de usuarios “poco atractivos”, puesto que el establecimiento de cualquier tipo de comisiones vulnera la garantía recogida en el principio de acceso universal a los servicios financieros.
El presidente de ADICAE, Manuel Pardos, considera que la normativa se queda corta y advierte de que las condiciones para acceder a a las cuentas de pago básicas podrían producir exclusión financiera: “En España no existía exclusión financiera, habría que tener mucho cuidado para que no se produzca en las actuales circunstancias. La vulnerabilidad en España ha avanzado hacia unos niveles que podrían contradecir el espíritu de la directiva, que es eliminar cualquier posibilidad de exclusión financiera”, ha explicado.
La asociación cree que el Real Decreto se olvida de la realidad social. Por eso ADICAE pide que se extiendan los supuestos de esta vulnerabilidad para que sean más los consumidores los que se puedan beneficiar de las ventajas de la gratuidad. La asociación cree que se deberían tener en cuenta otros factores como la situación de dependencia o incapacidad laboral, parados mayores de 52 años, víctimas de violencia de género o aquellas personas que paguen más del 40% de sus ingresos netos de la unidad familiar en una hipoteca.
“Las cuentas básicas no son atractivas, son muy restrictivas las condiciones que se ponen para acceder a ellas. Las cuentas básicas llegarán a tener que ser gratuitas porque el negocio de la banca tiene que ser otro. Corren el riesgo de no llevar a cabo esa labor social que quería Europa y convertirlo en posible causa de marginación”, concluye Manuel Pardos.
Esta normativa impedirá que las entidades financieras impongan precios a su antojo para no prestar servicios a los clientes menos rentables. Pero para ADICAE se queda, desafortunadamente, muy corta cuando acota la figura de un consumidor vulnerable y, más importante aún, en exclusión financiera.
Por otro lado, cualquier servicio que amplíe los establecidos en el contrato de la cuenta básica –por ejemplo, superar 120 operaciones de pago anuales, o retirar efectivo en cajeros de un tercer banco- escapará del ámbito de aplicación de esta normativa y, por extensión, incrementará los costes eliminando la gratuidad o sobrepasando los 36€ máximos anuales que establece el Real Decreto.